Hace varios años que la OMS ya recomendó, que por muy buena que sea tu alimentación, si realmente quieres darle a tu cuerpo todos los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita, complementes tu comida con suplementos nutricionales. La pirámide nutricional de la Universidad de Harvard también ha incluido la recomendación del uso de suplementos nutricionales. Hechos frente a opiniones…
Al fin y al cabo, los suplementos nutricionales no son nada extraño: Contienen los mismos ingredientes que la comida “normal”, pero con una concentración mayor de ciertos nutrientes esenciales para evitar las carencias de las que antes hemos hablado.
También hay que aclarar que los suplementos nutricionales no son la “poción mágica” que te van a convertir en Superman (o Super-ratón) si no te “machacas a diario” durante tus entrenamientos;
Pero lo que está claramente demostrado en la literatura científica, es que son tremendamente útiles para mejorar el rendimiento y lograr que el ejercicio nos “renueve” en lugar que nos “desgaste”
(el ejercicio en sí mismo es catabólico, destructivo).
Existen diferentes marcas en el mercado, unas mejores y otras peores…Mi recomendación es que, antes de tomar un suplemento, investigues muy bien la compañía que lo comercializa, su trayectoria, y lo más importante, el equipo científico que está detrás de los productos. Una cosa es que el suplemento no te “funcione” por ser de baja calidad, y otra es que te haga daño. Normalmente, la calidad del producto va en función del precio, así que desconfía de los “sacos de cemento” muy baratos. Muchas veces es mejor invertir unos cuantos euros más de lo que teníamos pensado, en un producto de calidad con el que sabemos que los resultados están garantizados, que comprar un producto más barato de baja calidad con el que no obtendremos los resultados esperados, y con lo cual, estaremos perdiendo todo nuestro dinero.
Lo cierto es que la presión de la industria de la alimentación es tan grande, que ni siquiera sirven los sistemas convencionales de obtención de información. Hay conflicto de intereses muy poderosos. Las empresas de alimentación habitualmenteutilizan “tips” de nutrición para aumentar sus ventas (por ejemplo la leche con Omega 3) alegando que el producto X contiene Omega 3 que ayuda a la salud cardiovascular o a controlar el colesterol). Todo un ejemplo de información enrevesada, tendenciosa y difícil de interpretar en su justa medida por el consumidor no experto, que no sabe que con la cantidad tan ínfima de Omega 3 que contiene, es imposible beneficiarse realmente de las propiedades de ese componente.
Muchos médicos no dudan en decir que frente a tal o cual suplemento, lo mejor es una dieta equilibrada. ¡Y es cierto!Sin embargo, el problema está en cómo conseguirla con la baja calidad de los alimentos hoy en día, que poseen un porcentaje muchísimo menor de nutrientes esenciales que hace unos años a esta parte, y por el contrario están cargados de azúcar, grasas, calorías, sal…. y sobre todo, cómo conseguir esta dieta equilibrada en deportes de elevada exigencia, en los que las exigencias nutricionales son mucho mayores:La ingesta de hierro absorbible es muy baja (ya no tomamos fuentes ricas en hierro absorbible, como la sangre, moluscos etc); La de calcio tampoco (no roemos huesos ni tomamos las espinas del pescado); Existe con mucha frecuencia desequilibrio en la ingesta de ácidos grasos omega3/omega6,etc, etc, etc…
Los médicos del deporte y especialistas en Nutrición Deportiva, sabemos por experiencia práctica que hay que suplementar y cuidar mucho la alimentación en los deportistas si no queremos tener problemas de rendimiento, lesiones, recuperación y asimilación de las cargas de trabajo. A nosotros, las sentencias del tipo “Con una dieta equilibrada es suficiente” no nos sirven, son pura palabrería exenta de aplicación práctica. Ningún especialista en medicina deportiva consideraría que un ciclista o atleta que toma una dieta de tipo mediterráneo, come suficientemente bien y no necesita analíticas frecuentes para comprobar los depósitos de hierro, por ejemplo; Del mismo modo que con esa premisa, si no diera suplementos con carbohidratos, proteína, vitaminas y minerales un triatleta, éste estaría en clara desventaja competitiva con los que sí los toman.
Sin embargo, sabemos que está más de moda ser un paladín del “no tomo nada fuera la alimentación porque no me fío y son patrañas”. Pues tú te lo pierdes, por no tomarte el tiempo de ponerte en manos de un experto y confiar en quien tiene la experiencia para ayudarte a mejorar tus marcas.
Al fin y al cabo, el “entrenamiento silencioso” (la nutrición) tiene un peso tan importante, o incluso mayor, que el entrenamiento físico.
"La nutrición no hace campeones, pero sí puede acabar con ellos".
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