Consejos básicos para mejorar su nutrición y controlar su peso.

1) Comer 5 veces al día

Comer pequeñas porciones de alimentos saludables cada 3 horas, ayuda a acelerar tu metabolismo y a tener el hambre bajo control.

 

Es un gran error reducir el número de comidas porque se quiere adelgazar. Lo único que conseguirás es que tu cuerpo acumule más grasa y elimine masa muscular; Bajarás kilos sí, pero de masa muscular, que es lo contrario de lo que buscamos para perder peso de manera definitiva y que no se produzca el efecto rebote. 

2) Equilibrio

Control entre las calorías ingeridas y las calorías quemadas. De nada nos sirve quemar 400 caloría haciendo ejercicio, si después consumimos 600. El ejercicio es importante para tu salud, y nosotros siempre lo implementamos en nuestros programas, pero lo que comes (y bebes) lo es aún más. Ese el principal mensaje de un artículo publicado recientemente en la prestigiosa revista Brithis Journal of Spots Medicine, que advierte de la expansión de un mito que coloca a la inactividad física, como el principal causante de la epidemia de obesidad que vive el planeta, dejando en un segundo plano la importancia de la alimentación. Hay evidencias de que "una dieta pobre genera más enfermedades, que una combinación de inactividad física, consumo de alcohol y tabaquismo", subrayan los autores, que recuerdan que "no padecer sobrepeso, no es sinónimo de salud".

 

"Es el momento de acabar con el mito "de la inactividad física y la obesidad" subrayan los autores. "La promoción por parte de los famosos de bebidas azucaradas y la asociación de productos basura y deporte, debe termina" porque " la legitimización con un halo de salud de productos nutricionalmente deficientes, es engañosa y no es científica", concluyen.

3) Variedad

Ingiere frutas, verduras y grasas saludable durante todo el día. Debemos tomar todos los días entre 5 y 7 porciones de fruta y verdura. ¿Cuántas consumes tú?

4) No te saltes el desayuno y que éste sea equilibrado.

Saltarse el desayuno o que desayunes mal, sólo hará que comas en exceso y fomentará malos hábitos alimenticios a lo largo del resto del día.

 

Además, comenzar la jornada sin nada en el estómago o con un mal desayuno, se relaciona con una menor capacidad de concentración y rendimiento intelectual (ojo con lo que le das desayunar a tus hijos), peor humor y sensación de cansancio.

 

Otro efecto perjudicial de saltarse la primera comida del día, es que favorece el estreñimiento y aumenta el riesgo de obesidad, diabetes e infartos. Un estudio publicado esta semana en la revista «Public Health Nutrition» muestra que los adolescentes que desayunan poco o nada, tienen un 68% más de probabilidades de desarrollar el Síndrome Metabólico (obesidad abdominal, altos niveles de triglicéridos, niveles bajos de colesterol bueno, hipertensión y altos niveles de glucosa en sangre), lo que incrementa el riesgo de trastornos cardiovasculares.

 

Precisamente, otra investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, publicada en «Circulation» hace unos meses, ya advertía de que "los hombres que no desayunaban tenían mayor riesgo de sufrir un infarto". «Saltarse el desayuno puede conducir a uno o más factores de riesgo como la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol elevado y la diabetes, lo que a su vez puede provocar un ataque al corazón», asegura la doctora Leah E. Cahill, autora principal del estudio.

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