El ejercicio para adelgazar...efectos muy limitados.

El ejercicio, ya sea de fuerza o aeróbico, en sí mismo constituye una herramienta que podríamos considerar “débil” para combatir la obesidad según indican los últimos estudios.

 

 

Y es que el pilar fundamental continua siendo una dieta hipocalórica, es decir, el control de calorías. Al fin y al cabo, aunque  la persona con sobrepeso u obesidad haga ejercicio, el balance "calorías ingeridas - calorías quemadas" estará normalmente descompensando hacia el primer factor.

La ecuación 80% Nutrición Vs 20% Deporte continúa ganando importancia día a día. La manera en la que nos alimentamos es el pilar fundamental para mantener una buena salud, y sigue siendo la estrategia más efectiva para la reducción de la grasa.

 

Por supuesto que la persona debe hacer ejercicio, siempre adaptado e individualizado, ya que potencia los efectos de la dieta, pero en sí mismo, constituye una herramienta "débil" para combatir la obesidad.

 

En los casos de personas con sobrepeso, hay que cambiar el mito de "hay que hacer deporte para bajar de peso" por el de "hay que bajar de peso para poder hacer deporte"...sobre todo en ejercicios de desplazamiento de peso (correr, fútbol...) para evitar lesiones y sobrecargas en las articulaciones.

 

Y es que una persona con sobrepeso tenga la voluntad para realizarlo, tiene una limitación relevante a la hora de hacer ejercicio, por lo que los beneficios del mismo, se enmarcarían más  en aspectos relacionados con la salud general (beneficios cardiovasculares, antiinflamatorios...), que en el descenso directo de la grasa corporal, que es uno de los principales objetivos.

 

Emilio G. Uría López

Psicólogo clínico y experto reeducador de hábitos alimenticios.

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